Por Mauricio López, Director Ejecutivo Pacto Global Red Colombia
Desde 1955, las Empresas Públicas de Medellín prestan los servicios de agua, saneamiento y energía, y luego gas y telecomunicaciones, no solamente en sus inicios a su área de influencia, sino que 70 años después, siendo una empresa multilatina, orgullosamente de Medellín, a millones de personas en Colombia y América Latina.
Y surge entonces la inevitable pregunta de cuál ha sido la constante en todo este tiempo. Podremos aventurar que la respuesta está en una conjunción de liderazgo político de ciudad, gestión eficaz, técnica consumada, disciplina, transparencia, y sobre todo un equipo humano invaluable, orgulloso de su pertenencia, ufano de sus resultados, responsable y comprometido. Por supuesto, como en toda actividad humana, nunca exenta de dudas y desaciertos, el resultado, con esos valores, tiende a ser satisfactorio.
Las acciones de EPM son producto de su gente. Y cuando hablamos de gente, no es una masa uniforme general. Son hombres y mujeres concretos que brindan con su trabajo denodado, desde los oficios más humildes hasta las altas esferas gerenciales, todo su carisma por satisfacer las necesidades básicas de los habitantes de las zonas donde atienden con los servicios. Pero también, es una ciudadanía activa y orgullosa de lo suyo, reflejada en el cuidado, en el pago oportuno de las facturas, en la sonrisa al disfrutar un buen servicio. Y que decir también de los proveedores de la empresa en todos los niveles, empresas grandes, medianas, pequeñas, famiempresas, comunidades, emprendimientos juveniles, entre otros, que brindan sus productos como parte de una cadena de valor que transmite querencia y responsabilidad.
Y esa impronta se observa en respeto profundo por los Derechos Humanos, o salvaguardando las acciones laborales para contar con un trabajo digno, o con estrategias y programas con alto impacto ambiental positivo y con protocolos rigurosos de integridad y transparencia, que confluyendo todos en una integración armónica en esas dimensiones, económica, social y ambiental, permiten responder afirmativamente a los retos que demanda el Desarrollo Sostenible.
Las relaciones humanas están siempre signadas por el respeto hacia el que piensa diferente y la confianza para avanzar juntos. En una organización moderna, este principio esencial forma parte de una acción sostenible y es lo que EPM como grupo empresarial, muchas de las filiales y la organización sindical de profesionales -Sinpro- ha respondido al llamado del Pacto Global de las Naciones Unidas.
No se trata de un simple catálogo de buenas intenciones, sino una reafirmación de la visión que desde 1955 los fundadores, donde en primer lugar está la ciudadanía de Medellín, han impuesto para que la empresa pueda mostrar orgullosamente sus resultados y afrontar con determinación y resiliencia los retos por venir.
La característica especial de EPM como empresa pública del Distrito de Medellín es un caso singular en el mundo empresarial. A veces por ser tan cotidiano, tan innato en el habitante de la ciudad, no se destaca en toda su dimensión. Esta construcción continua y persistente de siete décadas de aciertos y sinsabores, es el andamiaje estructural, que en 1955 tuvo su piedra angular.
Como se dice popularmente, mucha agua ha pasado por debajo del puente. Ese puente es la conjunción ciudadana-empresa que sirve como garante de una empresa que mira el futuro con optimismo. Siempre hay riesgos y el éxito es saber afrontarlos con rigurosidad, técnica, honestidad y visión clara, donde prime el interés general.
Estos 70 años han sido la cuota inicial de un sueño convertido en realidad. ¡A seguir con el cerebro y el corazón construyendo un mejor futuro para todos!
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