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Los últimos años han dejado profundas enseñanzas en lo personal, lo social, lo económico y de forma especial en el ámbito laboral, donde existen grandes claroscuros.
Aprendimos a convivir y a entender el espíritu de modalidades como el teletrabajo y el trabajo en casa, que coinciden, de fondo, con el de la presencialidad: contribuir a la productividad empresarial y al bienestar laboral y familiar.
Quienes tenemos la fortuna de contar con empleo digno o estar afiliados a una organización sindical, aprendimos a valorar esas condiciones; entendimos el significado y el verdadero valor del aumento del salario mínimo nacional en 10,07% para el año 2022, muy por encima del Índice de Precios al Consumidor de 2021, que fue del 5,62%. Ese fue un logro bastante significativo, además, por su aplicación a una gran cantidad de trabajadores del país.
Con esos aprendizajes, no podemos dejar de lado algunas cifras que señalan un largo camino por recorrer. La tasa de desempleo nacional a febrero, aunque disminuyó, se ubica en 12,9%; también sigue preocupando la informalidad laboral -que de acuerdo con el DANE se ubicó en el 44,4%-, y la baja tasa de sindicalización, que solo alcanza el 4% de la población trabajadora.
En contraposición y como buena noticia, a marzo de 2022 los afiliados a las cajas de compensación familiar alcanzaron una cifra histórica de 9,9 millones de afiliados, y los avances en la lucha contra la informalidad, la subcontratación laboral y el diálogo social, entre otros.
En lo concerniente al entorno de nuestras empresas, no podemos dejar de lado lo que viene sucediendo con el talento humano de EPM, en el que se ha soportado gran parte de su grandeza de seis décadas, y que ahora ha sido mancillado y deteriorado por las acciones de las actuales administraciones de Medellín y de la empresa, que a base de burocracia y la consecuente pérdida de los rigores históricos han ido erradicando el ADN institucional, representado en ese talento humano.
No podemos tampoco dejar de insistir con lo que ha venido sucediendo con el talento humano de UNE EPM Telecomunicaciones S.A. desde que Millicom asumió el control de la empresa. Desde 2014, con el apoyo de Huawei TMSC SAS, Millicom ha dejado una estela de desempleo en Medellín y otras ciudades de Colombia, con la disminución de más de 1.500 plazas de trabajo de calidad, evidenciando que es un mal empleador, como lo hemos demostrado y denunciado desde SINPRO en diferentes instancias.
Ejemplos puntuales como los señalados y los claroscuros frente a la situación laboral en el país, invitan y obligan a trabajadores y sindicatos a reforzar las labores para fortalecer el empleo y buscar que todos podamos acceder a condiciones de trabajo decente, definido por la OIT como “la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social (…) y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres”.
Que estas cifras y reflexiones no sean solo las de cada 1° de mayo, sino una agenda permanente y seria, en la que todos deberíamos estar unidos para actuar; desde SINPRO así lo estamos haciendo con diversos actores. Feliz día del trabajo y de los trabajadores.
SINPRO
Los colombianos tendremos una nueva oportunidad para engrandecer nuestra democracia, una jornada en la que debemos procurar elegir bien y votar bien.
En la primera vuelta presidencial nos corresponde como ciudadanos ejercer con autonomía nuestro derecho al voto, como forma de expresión y de participación. Ese ejercicio requiere de análisis, criterio y contraste de información, sin olvidar que están en juego el futuro del país, nuestra democracia, las libertades, la economía, los bienes públicos, el patrimonio privado, el empleo, la salud, la educación…
En esta campaña electoral nos encontramos en un escenario variopinto de candidatos, propuestas, promesas e ideologías que, hoy más que nunca, nos debe concitar a votar con responsabilidad, convicción, coherencia y con respeto por nuestra democracia. Es nuestro deber como ciudadanos votar a conciencia; no podemos darnos el lujo de llorar sobre la leche derramada; basta posar la mirada en la Medellín de hoy y las consecuencias de una elección.
En la Medellín de hoy se ven efectos en los daños a instituciones como EPM, Ruta N, el Hospital General y el Jardín Botánico, en el deterioro de las relaciones con el empresariado y con el desprecio con que se trata a algunos medios de comunicación.
En la Medellín de hoy se percibe una estigmatización contra quienes ejercen oposición. En la ciudad se percibe un gran debilitamiento de programas históricos como Buen Comienzo y de la educación en general. La Medellín de hoy cayó 29 puestos en el ranquin de Smart Cities al pasar al lugar 101 entre 118 ciudades. En la Medellín de hoy se han cerrado 16 centros de salud adscritos a Metrosalud. En la Medellín de hoy la percepción de inseguridad ciudadana cotiza al alza.
En la Medellín de hoy se percibe la utilización de EPM como caballito de batalla para la desestabilización institucional y empresarial de nuestra región. En la Medellín de hoy existe la percepción de que las puertas de EPM se abrieron para dar paso a la politiquería y con ello la pérdida de rigor y el resquebrajamiento del gobierno corporativo de la empresa, impactando, entre otros, su reputación financiera.
En la Medellín de hoy quedó la percepción de haberse orquestado una estrategia para propiciar la demora del pago de los seguros por la contingencia del proyecto Hidroituango. En la Medellín de hoy se ha puesto y se sigue poniendo en riesgo a Hidroituango, a EPM y las finanzas de la ciudad, a la que le transfieren más de 1,5 billones de pesos anuales para inversión social.
Ante este espejo de Medellín y de EPM, la segunda mayor fuente de ingresos de la Nación, después de Ecopetrol, como ciudadanos debemos procurar elegir y votar bien, pensando en la democracia y nuestros derechos y libertades, defendiendo las empresas generadoras de empleo y el bienestar de todos los colombianos.
Debemos mirar el espejo de Medellín para evitar, que como se ha hecho con EPM, se pongan en riesgo a Ecopetrol y la autonomía del Banco de la República, así como el sistema pensional, lo que podría dar al traste con el sueño de millones de colombianos de acceder a una jubilación más tranquila.
Como ciudadanos está en nuestras manos decidir lo mejor para el país. Ese ejercicio requiere de total consciencia, absoluta responsabilidad y el mayor conocimiento posible de antecedentes y propuestas, esbozadas en los planes de gobierno y declaraciones públicas de quienes aspiran a regir los destinos de Colombia en los próximos años.
En las próximas elecciones está en nuestras manos elegir bien y votar bien.
Análisis de la crisis institucional de EPM y sus consecuencias en el clima laboral de la empresa.
Históricamente la fortaleza de EPM ha radicado en su gerencia media y sus profesionales de primer nivel. La planeación de largo plazo, la continuidad de los proyectos, la memoria institucional, los valores fundacionales y la ética laboral se preservan y transmiten por las personas que al cabo de años de trabajo meritorio llegan a esos cargos. Ese es el capital humano de EPM, el cual, al igual que el capital reputacional y el financiero, se está deteriorado por la desastrosa intromisión del alcalde Quintero Calle en el manejo de la Empresa.
Las vicepresidencias que reportan directamente al gerente se han ido llenado de personas venidas de fuera, sin experiencia previa en los negocios de EPM y con unas hojitas de vida livianitas, muy livianitas, como puede constatarlo cualquiera que se tome la molestia de consultarlas. En las vicepresidencias de negocios y en las de soporte es cada vez más difícil encontrar alguien que realmente sepa de los asuntos a su cargo. A las vicepresidencias de generación y distribución de electricidad, que responden por el 80% de los ingresos del Grupo, han llegado personajes que no distinguen energía de potencia pero que son tanto o más obsecuentes que la vicepresidente financiera a quien se escapan los conceptos de costo de oportunidad y de valor del dinero en el tiempo.
“Es muy grave la destrucción del capital humano que se está presentando en EPM y más pronto que tarde sus efectos empezarán a sentirse en la calidad, continuidad y costo de los servicios”. |
Entre los directivos de los otros niveles y los profesionales se instala la desesperanza por ver llegar a cargos a los que legítimamente aspiran a unos personajes anodinos a los que tienen que obedecer y que despliegan sin ningún pudor la más desconcertante ignorancia. Todos quieren irse y los que pueden lo hacen a la primera oportunidad, cosa extraña en una Empresa a la que otrora todo profesional aspiraba a entrar.
La desazón con hoy reina entre los funcionarios de EPM contrasta con las ilusiones que quiso sembrar Quintero Calle en carta que les dirigiera el 18 de octubre de 2019 y que empezaba por un efusivo reconocimiento del “profesionalismo y carácter técnico que han permitido hacer de EPM la empresa más querida de los antioqueños de ayer, hoy y siempre”. Y seguía el rosario de promesas:
1. | Nombraré una gerencia confiable, técnica y responsable… |
2. | Trabajaré para establecer un gobierno corporativo…. |
3. | Estabilidad a la gerencia y a la junta directiva…. |
4. | Invertiremos en el talento humano…. |
5. | Nos soportaremos en los técnicos para la toma de decisiones… |
6. | Desataré una reflexión profunda que permita aprender con humildad de los errores de Hidroituango…. |
7. | No señalaré culpables en Hidroituango… |
En todos esos casos, Quintero Calle hizo exactamente lo contrario.
Es muy grave la destrucción del capital humano que se está presentando en EPM y más pronto que tarde sus efectos empezarán a sentirse en la calidad, continuidad y costo de los servicios. La Superintendencia de Servicios Públicos sabe bien lo que está pasando y no debería esperar a un grave deterioro de los servicios para intervenir.
La situación de los profesionales de EPM es muy agobiante, pero deben tratar de evitar caer en la desesperanza y hacer todo lo necesario para resistir y mantenerse en los cargos pues su actividad reduce los daños y es esencial para una rápida reconstrucción una vez que la revocatoria termine con la pesadilla que Quintero Calle representa para la Empresa.
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